OTAN:
LA BANDA ESTÁ BORRACHA
A
pesar del descarado apoyo del gobierno de Erdogan a los yihadistas
del Estado Islámico, sin el cual son difícilmente explicables sus
éxitos contra el bien pertrechado ejército de Bashar Al-Assad, los
países miembros de la Alianza Atlántica no han mostrado empacho
alguno para encontrarse en Turquía. El pasado martes día 13 tuvo
lugar el inicio de las dos jornadas que han reunido en la ciudad
costera de Antalya a los altos mandos de la OTAN, presididos por su
secretario general, el noruego Jens Stoltenberg, y a los ministros de
Asuntos Exteriores de los países miembros de la Alianza con la
finalidad principal de preparar la agenda de la cumbre de 2016 en
Varsovia.
Jens Stoltenberg posa junto a los ministros de Exteriores de los Estados miembros de la OTAN, durante la tradicional foto de familia. |
En
la apertura de la reunión, el secretario general de la OTAN, ha
coincidido con Kerry (¿cómo no?) al afirmar ante los periodistas
que la Alianza Atlántica debe hacer más para luchar contra el
Estado Islámico y, siguiendo el guión de satanizar nuevamente a Vladimir Putin para mantener la nueva Guerra Fría declarada por Obama, ha
instado a que cese la integración en Rusia de Crimea, aunque no ha ha
dicho nada, como también es natural, de las acciones de
desestabilización e injerencia permanente de la OTAN en Ucrania, que provocaron el derrocamiento de su último gobierno democrático, presidido por Viktor Yakunovich, y la situación de división y
guerra generada, que hace presagiar todavía peores males de cara al
inmediato futuro.
No
hace falta enumerar los grandes problemas que Europa debe afrontar en
estos momentos, desde el insostenible polvorín ucraniano a la
creciente desestabilización de Afganistan, pasando por la terrible
embestida que supone el yihadismo terrorista del Estado Islámico
para que Siria siga existiendo como nación, desde que los dirigentes
de Washington decidieron convertirla en otro Irak, así como el caos
imperante en Libia desde cuando estos mismos países de la Alianza
Atlántica siguieron las órdenes de Washington para hacer
desaparecer a sangre y fuego el régimen de Muhammar El-Gadafi,
guiados por la voluntad de repartirse los yacimientos libios de
petróleo y gas natural, con la terrible consecuencia de producir la
catástrofe humanitaria que alimenta esa inacabable oleada de
inmigrantes que un día sí y el otro también dejan sus vidas en las
aguas mediterráneas en su intento desesperado de escapar del infierno y llegar a las costas
europeas.
Los
párrafos que anteceden no son más que el marco referencial para
encuadrar las imágenes del vídeo en el que puede verse cómo los
representantes de un poder del que depende la vida o la muerte de
centenares de millones de personas aprovechan sus encuentros “de
trabajo” por la causa de la paz para organizar parrandas en las
que, con la falsa euforia que produce la excesiva ingesta de alcohol,
proclaman a grito pelado su obscena creencia de ser los los dueños
del mundo, mientras corean la célebre canción de Michael Jackson
“We are the world”: “Nosotros somos el mundo”, por si alguien
no entiende el inglés.
Los ministros de Exteriores, junto al secretario general de la OTAN y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini. |
Vean
y pásmense con el vídeo (PINCHAR AQUÍ). Produce muchísimo miedo pensar en manos de qué gente estamos y, sobre todo,
comprobar cada día la ignorancia de la mayor parte de la gente que,
viviendo en la inopia, cree a pie juntillas la versión de los
asuntos internacionales que nos ofrecen unas agencias de información
controladas por esta banda y sometidas a los dictámenes de la
propaganda que presentan como información fidedigna.