El
peligro de las vacunas 'exprés':
La brutal narcolepsia de J. tras
inmunizarse
contra la Gripe A
El adjunto reportaje de Quico Salcedo ha sido publicado por el
periódico “El Mundo” hoy sábado, día 9 de mayo de 2020. Lo
transcribo en mi blog a petición de un amigo médico, que no puede leerlo porque la vista de su texto íntegro está restringida a suscriptores del mencionado
diario.
“Me
duermo en todas partes. Seis o siete veces al día. Desde 2015 no
puedo coger un autobús. Porque me tienen que despertar. Me he
quedado dormido en la línea 6 de metro, la circular, dos horas. No
puedo cocinar solo, porque me dejo todo encendido. Eres inútil
prácticamente para todo. A veces camino dormido por la calle, y no
sé qué he hecho".
"He
perdido gran parte de mis amigos. Saben que no pueden contar ni un
chiste delante de ti. Cuando ellos han dejado de reírse, tú estás
ya fuera de control, y te acabas derrumbando sobre la mesa en un
ataque de cataplejia. Las amistades con otros las he roto
deliberadamente: se ríen de lo que te pasa. Se hacen selfis contigo
cuando te duermes en los sitios más absurdos".
"Me
he borrado del gimnasio por quedarme dormido. Y luego están las
alucinaciones, las pesadillas, porque el cerebro activa todos los
mecanismos del miedo. A la gente le hace gracia la narcolepsia,
piensan que duermes un poco y hala. No: es un infierno. Te anula, te
mata vivo".
Cuando
su vida empezaba a despegar, J.P. se hundió. Se derrumbó, de hecho.
Encargado de tiendas de una conocida multinacional de moda en Gran
Vía y Preciados, en el centro de Madrid, de pronto empezó a caerse
redondo al suelo, dormido, ante la reclamación de cualquier cliente.
Sus subordinados tenían que sacarle del baño, donde se escondía
para dormir.
En
los cursos de formación de la multinacional gallega, que él llegó
a impartir en Reino Unido, Bélgica, Polonia, un día le echaron:
"Vete a dormir a casa". J., ahora 37 años, que había
abandonado su Valladolid natal para comerse Madrid, tiene hoy una
incapacidad absoluta reconocida y un 65% de minusvalía. "Me
despiertan desconocidos en bancos por la calle. No puedo hacer casi
nada. Hay días que me levanto enérgico y me desplomo en el
desayuno".
En
2015 le diagnosticaron narcolepsia -en sus peores manifestaciones:
alucinaciones pesadillas, bulimia, depresión- y poco después su
hermana, médico, halló coincidencias entre su caso y centenares más
en el norte de Europa.
VACUNA
SÍ, PERO CON TODAS LAS GARANTÍAS
Todos
habían sido vacunados de la Gripe A con Pandermix, una inmunización
creada por Glaxo en 2009, cuando el mundo se vio de pronto acechado
por una inminente pandemia... Que al final resultó un ensayo general
de este Covid-19 que ha reventado nuestras vidas. Ahora que Trump
quiere una vacuna antes de la hora de cenar y ha denominado la
carrera por ella Velocidad de la Luz, el caso debe subrayar lo que
todos los expertos ponderan: que sí, vacuna cuanto antes, pero
vacuna segura, testada suficientemente.
En
2010, con el planeta vacunándose a la carrera, comenzaron a
estudiarse en Suecia y Finlandia casos de narcolepsia aparentemente
vinculados a Pandermix. La Agencia Europea del Medicamento admitió
que se estudiaba el caso, pero que los efectos positivos de la vacuna
estaban por encima de los negativos. La terminó restringiendo en
menores, e incluyendo el efecto adverso en el prospecto. Glaxo
mantiene hoy igual posición, a preguntas de EL MUNDO: los beneficios
son más que los perjuicios, asegura.
Se
hicieron estudios. En Suecia emergió que las posibilidades de sufrir
narcolepsia se doblaban en vacunados con Pandermix. En Finlandia,
otro de los países más afectados, la tasa de narcolépticos era
12,7 veces mayor en vacunados que en no vacunados. En Inglaterra, un
vacunado tenía 14,4 veces más posibilidades de sufrir la
enfermedad. En Irlanda las posibilidades eran de 13,9 veces más, y
en Francia de 4,7 veces más en mayores de 18 años.
Son
todos datos que arguye el informe pericial, firmado por el doctor en
Farmacia José María Olivas, de Peritos Expertia, en la demanda que
ha interpuesto J. contra Glaxo, asesorado por la firma Lex Abogacía.
BRITISH
MEDICAL JOURNAL: SIETE VECES MÁS POSIBILIDADES
Pero
hay más: los tribunales de Reino Unido han obligado ya a la firma a
indemnizar a varias víctimas, asumiendo indicios suficientes de
causalidad entre la vacuna y decenas de casos de narcolepsia. En
2015, la publicación Science Traslacional Medicine daba una clave
del vínculo en la genética de quienes enfermaron. En 2018, el
British Medical Journal publicaba un estudio que multiplicaba por
nada menos que siete la posibilidad de sufrir narcolepsia a los
vacunados con Pandermix que al resto.
El
origen del nexo es una sustancia que Glaxo incluyó en la vacuna, el
adyuvante AS03, que incrementaba la respuesta inmune del cuerpo desde
el 20% hasta el 70% (una vacuna es en realidad una presentación de
un patógeno al organismo en cantidad baja para que luego, si llega
el hermano mayor, sepa defenderse solo, con anticuerpos propios).
Pero, a la vez, destruía la hipocretina, reguladora del sueño.
El
expediente permanece en todo caso durmiente porque, tras remitir la
pandemia, Glaxo nunca renovó los permisos para comercializar
Pandermix, hoy ya fuera de la circulación. El caso de J., que se
sepa el único que ha planteado demanda en España, es ilustrativo:
le pusieron la vacuna en 2010 por hallarse en uno de los denominados
grupos de riesgo de la gripe A, comenzó a sufrir los primeros
síntomas de la enfermedad en 2011, no quedó completamente KO hasta
2015 y ha tardado cinco años en decidirse a denunciar los hechos:
«Estás tan hundido, en mi caso incluso con depresión clínica, que
tardas mucho en reaccionar».
Pandermix,
en definitiva, fue una vacuna proyectada para otra epidemia
planetaria que no llegó, por así decirlo, a romper como lo ha hecho
el Covid-19. Y aquí viene el aviso para navegantes: ¿qué tuvo que
ver la prisa en su presunto vínculo con la narcolepsia? Contesta
Oliva, el perito de J. en su demanda a Glaxo: "Parte del proceso
de ensayos clínicos se aprobó por similitud con otros productos,
con cierta premura".
Tal
vez lo más insoportable en el caso de la narcolepsia de J. son las
alucinaciones: «Se llaman sueños vívidos. Ves lenguas de fuego
yendo hacia ti, o ratas, oyes voces... Es muy duro. A veces he tenido
que preguntar a otros si era verdad», termina. Los tribunales
determinarán, por primera vez en España, si le corresponde una
indemnización.
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